Sep 2017
Las infecciones causadas por enlaces o sitios web maliciosos son uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la seguridad informática actualmente. Estas URLs acostumbran a ejecutar programas en el ordenador del usuario, en la mayor parte de los casos furtivamente. Por lo que a este le parece que el sitio funciona con total normalidad. Pero nada más lejos de la realidad.
El malware explota vulnerabilidades en los programas instalados de nuestro ordenador para, de esta forma, sustraer nuestra información, datos personales, desviarnos hacia contenidos indeseables, ilegales o spam, o llevar a cabo cualquier otra actividad con alguna finalidad fraudulenta.
Hacer click en algunos de estos links es más fácil de lo que parece. Sin embargo, existen algunas claves que nos pueden ayudar a no caer en la trampa.
Alterando letras o caracteres
Es una de las prácticas más habituales. Puede parecer que estamos entrando en una dirección web determinada, pero hacerlo en realidad en otra maliciosa. El error se produce porque no hemos leído detenidamente la URL.
Un ejemplo de esto lo tenemos en el dominio www.rnicrosoft.com en lugar del correcto www.microsoft.com. ¿Les ha resultado complicado distinguirlos? No se preocupen. Es normal. La r y la n juntas parecen una m. Y como este caso hay mil más. Algo de lo que se valen los ciberdelincuentes para crear dominios fraudulentos. Ahora supongan que les sucede con la dirección web de su banco.
No es el único efecto visual del que se aprovechan. En otras ocasiones directamente cambian el tipo de letra logrando que ni el ojo más experto se percate. "Estamos hablando de aquellos hackers que utilizan enlaces con caracteres Unicode pertenecientes a otros alfabetos como el cirílico, pero que pueden confundirse con el nuestro", ha explicado a Teknautas Josep Albors, director de Comunicación y Laboratorio de Eset España.
Veamos un ejemplo: www.exɑmple.com. Aparentemente no hay nada extraño en este enlace, ¿verdad?. Pero en realidad sí que lo hay. "Si nos fijamos con atención veremos que el carácter que nosotros identificamos como una a es en realidad una ɑ. Puede que para nosotros esto no suponga mucha diferencia, pero cuando hablamos de ordenadores que se comunican entre sí hay todo un mundo entre el carácter Unicode U+0061 (a) y el carácter U+0251 (ɑ)", ha concluido el experto en informática.
Direcciones abreviadas
Cada vez hay más direcciones abreviadas en internet. Sin embargo, esto conlleva muchos peligros. "No sabes dónde estás entrando. Puedes estar metiéndote en una página falsa que te lleve a otra maliciosa y no saberlo. Todos los peligros de los que hablamos cuando navegamos por la red están reunidos en una dirección abreviada. Es como entrar a ciegas. Pero la gente se fía", ha argumentado a este diario Fernando de la Cuadra, director de Educación de Eset España.
La clave en estos casos está en comprobar la procedencia en aquellos supuestos en los que sospechamos.
Ahora mismo el riesgo más elevado de infección se encuentra en los acortadores de URLsSegún Daniel Creus, informático de Kaspersky: "Ahora mismo el riesgo más elevado de infección se encuentra en los acortadores de URLs. Se aconseja tener en cuenta el contexto en el que nos llega. Si nos hace sospechar lo recomendable es comprobar que la dirección es segura acudiendo al proveedor". Por ejemplo, el servidor bit.ly ofrece la posibilidad de ver un preliminar de la dirección. Te dice hacia qué sitio apunta e incluso ofrece una captura de pantalla. Esto es una buena medida cautelar, aunque también es cierto que resulta algo incómodo.
En este último caso también se puede además copiar y pegar la URL en el navegador añadiendo un símbolo + al final. De esta forma se accede a la vista preliminar de bit.ly en lugar de ir al destino.
"Si el proveedor no ofrece este servicio se puede buscar en Google y escribir la URL que nos han enviado. Puede ser que haya sido denunciada por el resto de usuarios", ha añadido Creus.
Por otro lado existen complementos para navegadores que hacen la traducción a la URL larga. Un ejemplo lo tenemos en longURL.
Trampas imposibles de distinguir
Por último, también es habitual que los ciberdelincuentes se aprovechen de la característica de la escritura derecha-a-izquierda de la codificación Unicode para ocultar la verdadera extensión de un fichero malicioso. Es decir, que creen ficheros con una terminación determinada, pongamos por caso, fdp en hebreo, y que al convertirlo nuestro navegador lo transforme en pdf.
"Con esto consigues engañar al usuario y que se crea que está abriendo un documento pdf seguro, cuando en realidad está accediendo a un troyano", ha explicado Fernando de la Cuadra. No podemos detectar a simple vista este tipo de malware pero sí hacer uso de webs que analizan ficheros como por ejemplo VirusTotal o Web Site Plantel.